España destierra a D. Juan Carlos. Por Julio Ariza
Por su interés y actualidad incluyo el artículo que D. Julio Ariza dedica a nuestro Rey Emérito.
"Con la salida del Rey D. Juan Carlos al exilio (porque es
un exilio en toda regla) este país vuelve a lo peor de sí mismo, y los
españoles a lo peor su propio pasado. Un país que expulsa a su rey,
expulsa a su propia historia, y un país que expulsa a su historia renuncia a su
porvenir. Lo que queda de España en este final época es un erial
democrático dominado por los Señores del linchamiento mediático y los
juicios paralelos. Un país sin seguridad jurídica, sin garantías y sin
estabilidad. Un país de venganzas y de mentiras. ¿Cómo ha sido
posible ese destierro sin que si quiera tribunal alguno esté investigando a D.
Juan Carlos y cuando la pena de destierro ha desaparecido de nuestra
legislación? ¿Cómo es posible que al rey D. Juan Carlos le hayan montado esta
campaña infame, farisea e hipócrita sin que nadie la haya detenido? Esa indolencia
política de quienes tenían que haber evitado este desenlace, ese temor
a no desentonar en medio de la lapidación comunal, esa ausencia de verdaderas
élites, da el bajo nivel de la calidad del país en estos
momentos. Al rey emérito le expulsa ese nuevo sistema de poder, cainita,
sediento de venganza histórica, que se ha instalado en España y que quiere
destruir el régimen constitucional y la transición democrática a cualquier
precio.
Con todos sus errores -propios de la naturaleza humana- el reinado de Juan
Carlos I es el mejor de nuestra historia contemporánea. No
solo hizo de la concordia la hoja de ruta de los españoles. Bajo su reinado el
país se modernizó como nunca. A la muerte de Franco, España no
tenía mercados exteriores y su posición en el mundo era perfectamente
irrelevante. Fue el impuso incansable del rey al que ahora se expulsa al
destierro lo que hizo que se nos abrieran las puertas del mundo. Queríamos
ser europeos y fuimos los primeros de Europa. España ingresó en la
OTAN. y en la UE y nuestros hermanos americanos volvieron a admirar y a querer
a la madre patria a través de su rey. Nadie en los últimos doscientos años ha
hecho más por -y ha entendido mejor- los lazos de España con nuestros hermanos
de América. Juan Carlos ha sido un rey querido, admirado y
respetado dentro y fuera de España, lo cual no tiene precedentes. Hoy, cuando
el país expulsa a su Rey, el mundo nos mira atónitos y vuelve a pensar: “otra
vez los españoles suicidándose”. Volvemos a ser un país extravagante,
en el peor sentido"...
"A Felipe VI hay que reprocharle, como hombre, no haber defendido a
su padre, y como rey, no haber tenido la astucia de comprender que la
salida de su padre es el principio del fin de su reinado y la
audacia para evitarlo como fuera. No; la Corona, con la salida del rey emérito,
no se pone a salvo, sino a la intemperie. España queda en evidencia porque
ha vuelto a hacer internacionalmente el numerito. Un rey saliendo al
exilio, en pleno siglo XXI (a lo peor Iglesias habría preferido para D.
Juan Carlos el final de los zares), no deja de ser una excentricidad. La
monarquía británica, la sueca, la holandesa, pueden tener problemas, y los
tienen, pero allí esos problemas no se resuelven de esta manera infame. Allí
no tienen a iglesias, ni a Zapatero, ni a Otegui, ni a Pedro Sácnhez".... (Julio
Ariza | 04 agosto, 2020)