28/2/11

Juventud estafada

Me parece especialmente acertada la visión de mi admirado periodista César Vidal, publicada hoy en el periódico La Razón y que, estoy seguro, conseguirá que muchos jóvenes se vean reflejados en el panorama referido.

“A medida que pasa el tiempo me maravillo cada vez más de la impermeabilidad de la burbuja en que viven los políticos. Sin ir más lejos, hace unos días ZP se llenaba la boca hablando de los logros sociales en que sobrenadamos repitiendo así la cantinela propia de los sindicatos y demás entes costosos y demagógicos. La realidad es que el presente –y el futuro– de ciertos sectores sociales resulta verdaderamente pavoroso. Sin duda, uno de los más perjudicados es el de los jóvenes. En primer lugar, un sistema educativo desastroso –salvo para los que se encaramaron a él sin saber hacer la o con un canuto– ha logrado que ya rondemos el treinta por ciento de fracaso escolar. Uno de cada tres estudiantes no tiene siquiera un título mínimo, siendo doble la proporción de fracasados en la escuela pública que en la concertada o la privada. En toda la OCDE, sólo Turquía y Portugal tienen cifras peores. Por añadidura, los jóvenes entre 16 y 18 años cuentan con escasas posibilidades de acceder al mercado laboral gracias a la legislación supuestamente social impuesta por UGT y CCOO. El trabajo –es un decir– de los sindicatos ha conseguido que en la OCDE incluso Portugal esté delante de España a la hora de brindar empleos a los jóvenes entre 15 y 20 años. Cualquier empleo todo hay que decirlo porque en el terreno de los fijos España es el país de la OCDE en peor situación –incluso por detrás de Turquía y Portugal– en lo que se refiere a jóvenes de menos de treinta años. Ni siquiera los universitarios o los técnicos medios disfrutan de la menor garantía de conseguir un empleo estable. Se trata de una circunstancia triste, pero más que comprensible teniendo en cuenta que no tenemos una sola universidad entre las ciento cincuenta primeras del mundo; que las cátedras las han ido ocupando en multitud de ocasiones ceporros sectarios a los que favorecía una ley ad hoc parida por socialistas y nacionalistas y que el debate académico, el aprendizaje de idiomas o el mero esfuerzo se desprecian cuando no se proscriben. Tener un título universitario en no pocos casos no garantiza absolutamente nada y los que hemos tenido la triste ocasión de comprobar la formación con que las nuevas generaciones salen de las facultades no sentimos sorpresa ante ese dato contrastado aunque sí un profundo dolor. Así, en España se ha creado una generación de no menos de 750.000 jóvenes que, nacidos entre 1985 y 1995, ni estudian ni trabajan. Por añadidura, los que sí cuentan con un empleo, por regla general, no están para lanzar cohetes. De esta manera gracias a la demagogia demencial de la izquierda, al derroche enloquecido de los nacionalistas, a la descerebrada dictadura sindical y a la intolerable tibieza de la derecha, contamos con una tasa de desempleo juvenil superior a la de Egipto. Añádase a lo ya dicho el suplicio de décadas que, gracias a los ayuntamientos, los constructores y las entidades bancarias, implica adquirir una vivienda y díganme ustedes con el corazón en la mano si esta juventud que puede abortar a los catorce y que se ha adentrado en grandiosas elaboraciones filosóficas como la ideología de género o la alianza de civilizaciones no es víctima de uno de las mayores estafas de la Historia". (La Razón, 28.02.2011 - http://www.larazon.es/noticia/5328-juventud-estafada )

20/2/11

¿ Desde cuándo se conduce por la izquierda ?

Si tenemos en cuenta el número de kilómetros de carreteras, en el mundo, en el 28 % se conduce por la izquierda y el 72 % por la derecha. Atendiendo al número de usuarios los porcentajes son del 34% y 66% respectivamente. ¿Cuál es la razón? Las posibles respuestas las tenemos en ABC del pasado día 17 de febrero de 2011 en su blogosfera:

¿Por qué los ingleses conducen por la izquierda?

A todo extranjero que hemos pisado suelo británico nos ha ocurrido. El clásico «Look Right» pintado sobre el asfalto de las principales calles londinenses advierte a turistas despistados del sentido inverso de la circulación de automóviles en este país. No sirve de nada, nuestro cuerpo nos pide mirar hacia el otro lado. Hay que llevar los ojos como platos o terminaremos con los platos como ojos. Precisamente, «losplatoscomoojos» es el nombre del blog en el que hemos encontrado algunas explicaciones a la singular forma de conducción inglesa.

Aunque existen algunos vestigios que sitúan esta curiosa regla de circulación en la época del imperio romano (en 1988, un grupo de arqueólogos descubrió un camino que había pertenecido a los romanos, cuyos surcos indicaban que el tránsito se realizaba por la izquierda), parece que los fundamentos debemos encontrarlos en la Edad Media. Para facilitar la libertad de movimientos durante los torneos, los caballeros tomaban sus lanzas con la mano derecha y competían a la derecha del rival. De hecho, la costumbre del sentido provenía de una ulterior separación entre clases sociales que otorgaban a caballeros y nobleza el derecho a moverse hacia la izquierda, mientras que el pueblo y los pobres en general tenían que utilizar la derecha.

Con el descubrimiento del nuevo mundo, el desarrollo del comercio y el transporte de los productos agrícolas, los primeros carros de caballos comenzaron a conducirse por la izquierda. El motivo principal es que los cocheros utilizaban el látigo de fustigar con la mano derecha, mientras tenían el control de las riendas con la izquierda. Además, esta combinación no les permitía conducir por el lado diestro, ya que, de otra forma, después de castigar al animal, el látigo podría lastimar a los viandantes que paseaban junto al carruaje o a otros pasajeros que venían en dirección opuesta. Por tanto, la circulación por la izquierda era la solución más lógica a este procedimiento.

Tras la Revolución Francesa y la imposición napoleónica de conducir por la derecha, casi la totalidad de los países europeos, influenciados o conquistados por Francia, adaptaron esta regla. La excepción, una vez más, fue Inglaterra, nación que el zurdo de Napoleón no consiguió conquistar y que siguió fiel a su tradición que exportaría, más adelante, a sus principales colonias intramares.

En la actualidad, el 34% del mundo (considerando la población de los países) conduce por el lado izquierdo de la carretera, mientras que un 66% lo hace por la derecha. Si tenemos en cuenta el número de kilómetros de carreteras, el 28% conduce por la izquierda; 72% por el lado opuesto. (ABC, 17.02.2011)

http://www.abc.es/20110217/medios-redes/abci-ingleses-conduccion-izquierda-201102161754.html